domingo, 17 de enero de 2016

Capitulo 2.10 "La prueba"

Tras esta revelación nos acostamos tarde y apenas pudimos pegar ojo. Nuestra imaginación se empezó a excitar imaginando en las consecuencias que tendría todo esto en nuestras vidas. Seis horas después nos levantamos y tomamos una ducha. Nos vestimos y bajamos a desayunar.

Mientras sorbíamos nuestros cafés y mordisqueabamos unas tostadas de pan de molde con mantequilla. Escuchábamos a Dupont que parecía que ni siquiera se había acostado. Estaba impecable y fresco al contrario que nosotros unos aauténticos desechos humanos.



-Georg Danfhord era un reputado investigador y arqueologo de civilizaciones antiguas voló al Ártico con un grupo de colegas. Oficialmente eran una misión científica para investigar la biodiversidad de la Antartida. Pero en realidad eran un grupo contratado por el gobierno en secreto para descubrir cualquier atisbo que nos pudiese servir para hallar vida preterrestre y también tecnología para que nuestro país fuese una superpotencia.Pero, algo ocurrió. ¿El que? Nadie lo sabe. Solo volvió él. Bueno su cuerpo. De su boca solo salían incoherencias y extrañas palabras de un idioma desconocida. A veces miraba aterrorizado hacia atrás y gritaba:"Tekeli-li. Tekeli-li"

-Es horrible.-dijo Edgar asustado.-¿Y nunca se supo que sucedió?

-Nunca, su mente estaba tan trastornada que no reconocía ni el mundo que le rodeaba. Hablaba de extrañas construcciones que tocaban el cielo y seres enormes con tentaculos. En fin un disparate detrás de otro.

-¿No se envió ningún grupo de rescate?¿U otros investigadores?

-La operación se cerro visto los resultados. Teníamos miedo también de que se filtrase a la prensa y se desatase el escandalo. Todo se cerro y olvido. Hasta hoy.


-Todo esto es muy interesante. Pero ese hombre esta loco. No puede ayudarnos.-dije pensativo.

-Por desgracia así es. Si hubiese alguna manera de que recuperar sus cordura.

-Creo que ya lo tengo.-nuestro científico dio con una solución. Era agarrarse a una clavo ardiendo porque tenia pocas probabilidades de éxito.

-Puede funcionar. Tendré que pedir algunos favores pero es posible.-dijo Dupont.-Bien nuestro objetivo esta internado en el hospital psiquiatrico de Jharkam.

-¿Jharkam? ¿Ese Jarhkam?.-dijo asustado el joven investigador.

-Ese Jharkam.-dijo resuelto Dupont.

-¿Que sucede?.-dijimos Poe y yo al unisono.

-Jharkam esta en la isla Lazarus. Un lugar terrible en medio de un lago pestilente y hediondo donde no existe vida. También la llamaban la isla del Infierno o Sin retorno. En la antiguedad durante las plagas los apestados eran llevados allí y dejados a su suerte. La posibilidad de volver a tierra nadando era nula dado las fuertes corrientes que existen. Era el mejor sitio para edificar un manicomio. Algunos inquilinos decían ver y oír fantasmas. ¿Pero quien hace caso a un loco?

Dupont pego un golpe en la mesa.

-¡Ya basta! Eso son habladurías. Estas asustando a los chicos. Ahora centremonos en nuestro objetivo.

Quizás no era tan buena idea ir allí. Pero sabíamos que el mayor iría aunque fuese sin brazos y sin piernas con tal de hacer su trabajo. -Seguramente mañana tendremos el permiso para conseguir la custodia. Y a vosotros dos os quiero listos para la acción mañana a primera hora.¿Entendido?

-Si.-dijimos asustados. Ahora sabíamos porque había llegado a mayor.

-Si,¿que?

-Si, mayor.

-Así me gusta. Traeremos a ese tipo aunque sea rastras y vamos a desentrañar este misterio cueste lo que cueste.

Dio media vuelta y se marcho mascullando por lo bajo.


-Todo esto me parece una locura..-dijo apesadumbrado Poe.

-Y a mi también. Pero debemos seguir hasta el final y rescatar a mi padre y asegurar la seguridad de tu hermana para  que no corra ningún peligro. Ese es nuestro cometido. Por eso iremos hasta el final. O nos llevara ese bruto.


Pensábamos que ya no volvería Dupont pero retorno. Nos miro de forma paternal, mostrando su cariño y preocupación por nosotros.

-Chicos, se que tenéis miedo y estáis asustados. Esto es nuevo para vosotros. Veo en vuestra mirada miedo y angustia. Pero os necesito. Ninguno de nosotros puede hacer esto solo. Somos un equipo. Y para ello os voy a adiestrar y a enseñar a luchar y a defenderos. Si algo me ocurre, vosotros sois la ultima linea de defensa. Y ahora, venid conmigo.

 Le acompañamos, entonces supimos que nada volvería a ser lo mismo. Nuestros antiguos yos estaban en plena transformación. Ahora aprenderíamos a ser mas decididos, mas racionales y mas seguros ante lo desconocido. El mayor fue nuestro maestro y nuestro guia disipando nuestros temores. Nos convirtió en los mas leales y dispuestos agentes de Arcadia.


Por suerte por temas burocráticos la orden para recoger al científico de Jharkam se retraso unos días. Y esto nos dio mas tiempo para aprender técnicas de lucha, defensa y armas. Ahora parecía que hubiésemos nacido para este trabajo.


Por fin recibimos la orden para partir al día siguiente temprano. Dupont se acerco a nosotros ufanos y nos dijo:


-Mañana es el gran momento, por eso tengo una sorpresa para vosotros. Acompañadme. Tengo algo que os va a encantar.



Para nuestra sorpresa bajamos varios niveles. Poe y yo nos miramos sorprendidos ante el tamaño de las instalaciones. Cuando pensábamos que apenas habría dos pisos descubrimos que debajo de donde hacíamos vida existían mas construcciones. Lugares mas subterráneos, oscuros y húmedos donde parecía que hacia milenios nadie había pisado.


-Sorprende, ¿verdad?-dijo el mayor.

-Si, la verdad esperábamos que Arcadia fuese mas pequeño. Apenas una laboratorio, un almacén y poco mas.-contesto Edgar.

-Bueno esto es la parte mas secreta y mas segura. Por ejemplo esta sala.

Y nos invito a entrar. Era un lugar enorme, circular y totalmente desnudo. Nada de mesas, sillas o mobiliario. Tenia varias salidas que estaban cerradas por unas enormes rejas. Un aire frió y húmedo salia de ellas. Miramos hacia arriba y sobre nosotros coronaba un corredor donde se podían apostar personas mirando como el espectáculo que se desarrollaba abajo. A mi me recordaba a los antiguos circos romanos. Mi cuerpo dio un respingo al pensar que yo podría ser parte de ese entretenimiento. A todo ello la iluminacion no era escasa pero si la justa para ver donde estábamos sin deslumbrarnos.

Un ruido metálico nos sorprendió y cuando nos dimos la vuelta nuestra puerta de entrada estaba cerrada por otra contundente reja metálica.

-¡Mayor! ¡Mayor se ha cerrado la puerta!

-¡Saquenos de aquí!!

Pero nadie contestaba.

-¿Que ha sucedido?.-me pregunto Edgar.-Estaba a nuestro lado y de repente...

-Desapareció. Es extraño.

Ambos nos miramos entre la sorpresa y el miedo.

Un sonido lúgubre y siniestro llego a nuestros oídos.

-Bueno.-conteste tranquilo.-Ahí lo tienes, el mayor esta abriendo la otra puerta. Seguramente debió cerrarse por accidente y ha abierto otra salida.

-¿Y porque no abre la misma por donde hemos entrado?-dijo Edgar.

Me dirigí muy seguro hacia la puerta

-No lo se, Edgar. Ya sabes cosas de militares y eso.-mientras decía esto hacia gestos mostrando a Poe que su pregunta me parecía de lo mas estúpida.


Cruce el quicio de la salida. Entre la luz vi una extraña sombra. Ahora la cuestión de Edgar no me parecía tan absurda.

-¿Dupont? ¿es usted?.-pregunte asustado.

Un extraño ser bípedo, negro y escamoso se dirigía hacia nosotros. Con su boca abierta y dientes afilados se escapan bufidos guturales y unas babas pastosas caían chocando pesadamente sobre el suelo. Mientras unos extraños brazos largos y con formas de aletas que arrastraba por el suelo.


-¡Edgar,correee!!!.-grite histérico.-Creo que a ese no le han dado la cena.

Se que suena absurdo. Correr a donde, estábamos encerrados pero en ese momento lleno de terror hasta el parsoxismo hacia que la racionalidad no fuese una opción.


Edgar gritaba y parecía que intentaba empequeñecerse para meterse a través de los barrotes mientras estiraba los brazos. Un ruido familiar nos confirmo que la puerta donde entro el monstruo estaba cerrada y nosotros con él.

Angustiados miramos una salida. Imposible.

-Quizás podemos cansarle mientras corremos y lo esquivamos.-propuso Edgar.
- O contarle un cuento.

-¡Mayor! ¡Dupont!.-grite a través de las rejas.

Pero nada. Solo silencio.

-Edgar, estamos solos.

-¿Queee?.-dijo Edgar.

-Creo que es una especie de prueba.

-O vencemos o morimos.

-Si es una forma de exponerlo. Pero supongo que de alguna forma tienen que evaluarnos.

-Ahora se va a enterar  como las gasta un chico de Beenfit Street.

Mientras se subía las mangas, adopto una posición de defensa. Se acerco ladeo su cuerpo y soltó un derechazo contra la bestia. Ni se inmuto, dio un enorme aletazo que impulso al pobre Edgar varios metros.

-Creo que no va a ser tan fácil.-dijo dolorido mientras intentaba levantarse.-Ahora entiendo porque no tenia que haberme dejado siempre las lentejas.

Tome carrerilla y salte sobre él a la vez que impulsaba que encogía mi brazo para soltar un puñetazo con toda mi fuerza. Ni siquiera lo toque. Otro golpe con la aleta me hizo girar en el aire, perder el equilibro y caer.

Momento que aprovecho mi compañero para soltarle una patada para que perdiese la estabilidad. Craso error. Mientras le daba me acerque por la espalda para acabar también caído y dolorido. Estaba claro que necesitabamos una estrategia o pronto seriamos una masa de moratones y sangre.

-Edgar vamos a atacar a la vez.-dijo eufórico. Mas que nada para animarnos.
-Si, somos un duo invencible.-dijo rudamente.


Fuimos corriendo a la vez y nos echamos sobre nuestra presa. Pero tarea pueril giro sobre si mismo y volvimos a acabar con nuestras costillas en el duro suelo.

-No lo veo claro.-dijo Edgar.

-Claro. ¡Eso es!. Eres un genio, Edgar. Atacale.

Edgar medio levantado me miro como si me hubiese golpeado la cabeza y solo dijese incoherencias.
-Lo siento. Me perdí la clase de apalear monstruos.-me contesto
Me acerque a la bestia lentamente mientras le hablaba.
-Eh, amigo.-moví la mano para llamar su atención.-¿Que tal?. Vaya si yo tuviese una cara como esa pediría que me devolviesen el dinero.
Medio tambaleándose Poe se acerco a nuestra nemesis y en el momento que iba a derribarlo de un aletazo me quite la camisa y se la puse  encima de la cabeza. Hice un nudo. Estaba ciego. Era nuestro momento. Los golpes empezaron a caerle por todos partes.

-¡Mayor! ¡Auxilio!.-esa bestia hablaba y su voz me sonaba familiar.

-Muy bien chicos.

-¿Mayor?.-dije confuso mirando a todos los lados.

-Esto aquí arriba. Felicidades, sois los primeros en pasar la prueba.

Alzamos la vista y Dupont nos miraba satisfecho desde el mirador. Al final si que había sido una lucha de gladiadores. Y el mayor era nuestro Cesar que decidía quien ganaba y quien perdía.

-Habéis superado el examen. Lo esencial es trabajar en equipo. Mientras luchabais por separado erais un objetivo fácil. Sin ideas, ni estrategia todo estaba perdido. Pero tu, Howard has enfocado el problema desde otro ángulo y has encontrado la solución. Estoy orgulloso de vosotros.

Dupont estaba a punto de retirarse cuando volvió preocupado.

-Y llevar a Stephen a la enfermería con la tunda que le habéis dado creo que estará unos días de baja.

Edgar y yo miramos a la piltrafa derrotada.

-¿Stephen?.-dije sorprendido.

-¿Eres tu?.-pregunto Poe.

La bestia asintió lentamente y dolorida.

-Siii.....-se oyó débilmente

Continuara...






No hay comentarios: