domingo, 1 de noviembre de 2015

Capitulo 2.6 "Una nueva vida"

Ahora estaba solo con un artefacto extraterrestre en mis manos. Tenia que ser mas listo que ellos. Seguramente tendría mi casa vigilada por ese tipo o por otros. No podía exponerme a que me descubriesen ¿Y mi padre? Tenia que saber que estaba bien.


Empecé a ser mas cauteloso, iba mas despacio y a caminar por sitios mas iluminados aunque tardase mas en llegar no me importaba. No tenia muchos recursos. Me acerco a mi casa  muy cauteloso y veo la puerta abierta y la luz encendida. Por suerte tengo un plan. Raro en mi pero lo tengo. Sera la madurez.

-¡¡Ahhh!!-entro gritando como un poseso.

Por desgracia no calculo bien y resbalo con un pie y caigo boca arriba. Una cara joven y agraciada con un gorra de cuero, chaleco y una cazadora haciendo juego me observan.


-Vaya entrada, chaval. ¿Tu debes ser Howard Phillips?

Creo que decir que me sentía estúpido es quedarme corto.

-Y usted, usted... ¿quien es?

-Me llamo Chevalier Dupont. Agente del gobierno. Trabajo en un pequeña división para casos digamos de naturaleza extraña o ilógicas llamada “Arcadia”. Pero lo primero sera que te ayude a levantarte. Vaya golpe. Yo con uno como ese no me levanto ni en una semana.

Manteniendo mi dignidad me levanto sin su ayuda aunque cierto crujir de huesos me indican que mi estado no es grave pero si dolorido.

-¿Donde esta el hombre calvo? ¿Es amigo suyo?

-No, no somos muy amigos. Creo que te refieres al Errante.

-¿El Errante?

-Bueno he de reconocer que si te has topado con ese hombre y sigues vivo es toda una hazaña.

-¿Quien es?

-Bueno a ciencia cierta nadie lo sabe con seguridad porque corren muchas historias y leyendas respecto a ese hombre. Es el mejor en lo suyo.

-¿Y que es?

-Robar. El mejor ladrón de la historia. Se desconoce su edad, dicen que nació hace casi 2000 años.

-Es broma, ¿no? Nadie vive tanto.

-No lo se. Se cuenta que alguien lo maldijo y que tienen que echarle las cartas para saber cuando va a morir el cuerpo que usa. Entonces ocupa otro.

Le miro absorto.

-Lleva un gladius, una autentica espada de soldado romano. Es imposible.

-Seguramente seria suya. No me extrañaría que la guardase como recuerdo de su juventud. La verdad, las pocas veces que nos hemos visto no hemos sido muy cordiales.

No se si reír o llorar ante tal cumulo de insensateces pero recuerdo que esta noche he visto un muerto del espacio y entre mis calzoncillos llevo un artefacto extraterrestre.

-¿Lo conoces?.-digo asombrado con la boca tan abierta como la entrada de un metro.

-Sip. Veras hay cosas que tu desconoces sobre tu padre.

-Mi padre es un triste arqueologo.

-Tu padre era un sicario de la secta de Los siete chacales.

-¿Siete chacales? Nunca me dijo nada de eso.

-Les traiciono e intento empezar una nueva vida. Pero tuvo un precio muy alto.

-¿Que precio?

-Tu madre. Cuando se enteraron de su traición, raptaron a tu madre y bueno ya sabes....-hizo un gesto muy visual pasándose un dedo por el cuello.

-Pero no entiendo nada. ¿Que tenemos que ver nosotros?

-A tu padre le asignaron la misión de descubrir que se escondía debajo de la vieja iglesia. El decano es otro chacal.

-Ya decía que nunca me había caído bien ese viejo.-exclamo irritado.

-Howard, tu padre ha sido secuestrado por la secta.

-Les dare.-y empiezo a meter las mano entre mis calzones. Mientras Chevalier me mira con cara de asco.-esto.

-Si se lo das os mataran a ambos. Tenemos que conservarlo es nuestro as mientras lo tengas tu padre seguirá con vida. ¿Ibas con mas personas en esta aventura?

-Con dos amigos mios. Edgar y Anabelle Poe.

-Bien debemos buscarlos ahora ellos también son un objetivo de los Chacales.

-Bueno al menos me dirá que es esto.-le tiendo el cilindro.

Lo coge y lo mira interesado. Observa que en un lateral existe un hueco con una extraña forma.

-Creo que en este sitio hay que insertar algún objeto para abrirlo.

-No lo tenemos, ni sabemos lo que se necesita.

-No te preocupes. El errante robo hace unos días un anillo de una exposición sobre el imperio romano. Creo que podemos hacer un molde con ese hueco de y descubrir que contiene.

-Abramos a la fuerza. Tengo herramientas.

-Seguramente tenga alguna medida de seguridad, dañarías algo que se ha ocultado durante siglos y no serviría de nada. Ahora tenemos la oportunidad de ir un paso por delante.





-¡No puedo abandonar mi casa! ¡Mi vida! ¡Todo!-Anabelle estallo. Al final la tensión acumulada por los sucesos de esta noche salio.-¿Que pensaran nuestros padres si desaparecemos de repente?

-Tiene razón quizás no sea mala idea. Ella puede quedarse. Yo me ocuparía de su seguridad.-Edgar intento rebajar los nervios del momento.-Podía asignar a un agente una vigilancia pero sin entrometerse en su vida. Llevaría una vida normal. Y nosotros estaríamos informados en todo momento.


Si amigos, fuimos a ver a los hermanos Poe y contarles todo lo sucedido. El agente Dupont les informo de quien era y para quien trabajaba. Exactamente lo mismo que a mi.


-Además puedo prometerle,señorita que estos muchachos tienen la mejor protección que pueden ofrecerle este gobierno.

A la vez que decía esto retiro su chaqueta y dejo ver un revolver plateado con mango de nácar blanco.

-¿Es un Colt Peacemaker?.-dijo entusiasmado

-Exactamente. Era de mi abuelo, fue vaquero. Y compro esta maravilla. Me la dejo en herencia. La llaman “La justicia plateada” y si esto no es suficiente...

Se agacho y se subió parte del pantalón descubriendo un hermoso daga.

-Y aquí os presento a “La sombra”. Nadie la ve venir pero cuando llega es implacable.
Me dirigí a casa y tome lo indispensable apenas una poca ropa y algunos utensilios. Al salir de mi casa, me pare y me quede quieto en la oscuridad. El silencio me inundo y me quede mirando como si fuese capaz de ver mi anterior vida. Suspire, salí y cerré. Acaricie la puerta como señal de respeto y de tristeza porque cerraba un capitulo y empezaba otro lleno de incertidumbre y también de misterios. Reprimí una lágrima, no era el momento y marche al encuentro de mis compañeros.



-¿Adonde nos dirigimos?-pregunte.

-A un lugar perfecto. Un sitio abandonado y olvidado. El mejor escondite.

-Ahora dormir pronto amanecerá y os necesito frescos.


Y así nos fuimos, dejando atrás a nuestra vieja vida y a Anabelle. Un agente amante de las armas, mi amigo y yo empezábamos una aventura increíble, mientras veía alejarse a una Anabelle rota por el dolor y la tristeza.




Nos acurrucamos y caímos dormidos por el agotamiento y por el cansancio. Naturalmente Dupont quería tenernos adormilados para que nuestro destino siguiera siendo secreto.





Continuara...
















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